Hola compañeros y alumnos:
Hoy no nieva y hace sol. Seguimos muy bien Belén y yo, conociendo a gente de un montón de países (Santo Tomé, Guinea Ecuatorial, Finlandia, China, Colombia, etc) y por supuesto, aprendiendo francés. Comencé la semana dándole una vueltecita al coche, por moverlo, y me quedé metido en la nieve. ¡Como patinaba el coche! y con depósitos de gasolina a 1 o 2 metros a izquierda y derecha. Aunque parezca curioso, la experiencia de la arena del desierto me sirvió para salir del trance.
Durante la semana he aprendido a hacer barricadas y a bloquear entradas, porque aquí soy estudiante universitario y me imagino que habréis visto por la tele que la cosa está muy liada. Huelgas, manifestaciones, en fin, en esas estamos que hacemos “los jóvenes”.
Sigo yendo al cine. Elmartes estuve en un festival de cortometrajes, organizado por unos jóvenes realizadores y directores que conozco y con los que voy a colaborar para hacer un videoclip, aunque no sé muy bien cómo. No, no os preocupéis que no voy a cantar.
El miércoles estuve una película española (“Soldados de Salamina”) que hace tiempo me recomendó Antonio (“gracias, me gustó”), en la que al final había una pequeña fiesta española, en la que me puse “púo” de comer tapitas, aunque estaban muy buenas las tortillas, el cazón en adobo lo hacemos mejor en Cádiz.
El jueves estuve un lugar, un par de salas -no un museo-, muy curioso, un “memorial de la Resistencia”. Las explicaciones que nos daba sobre la Segunda a Guerra Mundial (aquí “La Gran Guerra”), primero sobre la Resistencia Francesa y luego sobre los campos de concentración (llegué a tener casi ganas de vomitar, al igual que algunos alumnos de un instituto que estaban por allí). Se mostraron muy contentos de que fuera español por lo importante y poco conocido de la decisiva intervención de los españoles en la Resistencia contra los alemanes en esa zona de Francia (Alto Loira) y en Francia en general. Después de perder la guerra civil, los republicanos españoles, rechazados por la población francesa, se vieron obligados a permanecer en campos de concentración, de allí salieron paran luchar contra los alemanes ¡9 años de guerra! (1936-1939, 1940-1945). Fueron los que instruyeron a la Resistencia francesa en muchos lugares,La mayoría murieron en los campos de batalla y en los campos de concentración franceses, después de haber realizado la acciones más peligrosas. Nadie se acordó nunca de ellos.
Al salir, me indicaron que el que entraba en ese momento era un antiguo deportado, antiguo miembro de la Resistencia. Le pregunté si había estado en algún campo de concentración y me dijo que en varios. Cuando salía me llamó y comenzó a contarme muchas cosas, más terribles de las que podáis imaginar, como lo que obligaban a hacer a los judíos con miembros de su propia familia, pero prefiero olvidar. Realmente me quedé inmovilizado y totalmente impresionado. No llegué ni a ver las fotos que estaban expuestas. Lo más sorprendente era con la sangre fría con las que este señor de 94 años me contaba las cosas más horribles incluso riéndose. Me comentó que se habituaban rápido al sufrimiento y a ver morir a los otros y que no sentían nada especial (no hubieran podido sobrevivir de otra manera) y que a la vuelta de los campos de concentración, era incapaz de hablar de aquella realidad tan infernal, y además nadie les creía. Tuvieron que pasar 20 o 30 años para que comenzaran a superarlo y a hablar. Todavía muchos ponían en duda sus historias. Cuando me iba le pregunté que sentía cuando veía a los alemanes de hoy en día y si el pensaba que serían capaces de hacer otra salvajada. La respuesta fue tan simple como inquietante “Cuando veo a los alemanes de hoy, veo alemanes”.
Me insistió en que nos viéramos el miércoles de la Semana que viene, pero salí bastante descompuesto. En fin, cuando llegué a casa imaginar cuál era la película que ponían en la tele,... “La Lista de Schindler”.
En fin, en medio de todas esas cosas, clases por las mañanas, módulos por las tardes, deberes, lecturas, bibliotecas,... No hay tiempo para aburrirse.
Hoy es el día de Saint Patrick y hay chiriguitos y actuaciones de música celta e irlandesa por muchos sitios.
Espero que lo del Comenius marche viento en popa y que este todo listo para el viaje a Praga.
Un abrazo a todos,
Alfredo