La idea de proponer que durante una semana al año no se encienda la tele tiene su origen en Estados Unidos en 1995. Desde entonces se ha seguido denunciando el papel que cumple la televisión en la destrucción del planeta, y Ecologistas en Acción quiere poner de manifiesto el aislamiento que produce en las personas y el deterioro del medio ambiente, producido por la incitación constante a un consumo irracional.
Detrás de su aparente función de entretenimiento o información se esconde su verdadero objetivo, que es incitar al consumo de los productos de las compañías que las financian o que son sus propietarias.
Además, Ecologistas en Acción considera que la televisión desplaza las interacciones de las personas entre sí y con el territorio y las sustituye por la contemplación de un espacio virtual seleccionado intencionalmente al servicio de la comercializació n a gran escala.
Se destruye o se debilita así la producción local menos agresiva, las redes sociales próximas y la cultura ligada al territorio (generalmente más respetuosa desde el punto de vista ecológico).
Esta semana persigue poner en cuestión este modelo insostenible que la televisión celebra cada día. Al no ver la tele se puede pensar colectivamente sobre ella.¿Te apuntas?