La Educación pública ha sido víctima de la barbarie. Dos profesoras y dos alumnos del Instituto Joan Fuster de Barcelona sufrieron agresiones físicas graves por parte de un alumno. Uno de ellos falleció.
Desde nuestro centro IES La Jarcia, queremos mostrar nuestro apoyo, solidaridad y afecto a todos los afectados, a sus familias y a toda la comunidad educativa del Instituto Joan Fuster.
Esta es la expresión más trágica de una dinámica de amenazas e invasión del espacio del profesorado que lleva a veces a enfrentamiento con padres y alumnos por falsas acusaciones e injurias que está yendo a más.
El objetivo último de la enseñanza es formar ciudadano. Nuestra sociedad no puede ser el espacio en el que cada cual imponga su ley, sino el lugar en el que hemos logrado entre todos crear un marco de convivencia en el que cada ciudadano pueda realizar de manera pacífica y libre su propia vida.
La educación pública es la raíz de la sociedad justa, de la libertad social, la huella de identidad de la comunidad. La violencia es siempre la negación del diálogo, la abolición del lenguaje, de aquello a lo que aspiramos como sociedad: el esfuerzo común por definir las palabras que conforman la vida pública, los valores públicos y las conciencias individuales.
Entendemos que debe ser la administración educativa la encargada de prever la inadaptación del alumnado en los centros, dotando a los mismos de más recursos humanos especializados que ayuden a la detención de estos casos entre el alumnado, realizando posteriormente un trabajo con el afectado y sus familias .