LOS FABULOSOS MONOS MARINOS

Ayer se celebraron muchas actividades en España con motivo del Día Mundial de los Humedales. En Puerto Real, tuvimos una en La Algaida, a la que acudimos unas 30 personas acompañados por un experto en anfibios y... las cámaras de Canal Sur, que nos sacaron en el informativo de las 14:30.
Los anfibios son generalmente nocturnos (los que viven cercas de charcas saben bien que pueden tener problemas para dormir) y durante el día se esconden entre las piedras y la vegetación. Además, como ha llovido tanto están muy dispersos. En resumidas cuentas,... que no vimos ni un sólo anfibio. De todas formas aprendimos cosas muy interesantes.

Luis Pacheco, el padre de un par de ex-alumnos de nuestro instituto y que desgraciadamente falleció hace algunos meses, era un gran aficionado a los anfibios. El fue el que encontró en Puerto Real a 8 que de las 10 especies de anfibios presentes en nuestra provincia. Posiblemente la especie que más pueda llamar la atención sea el tritón pigmeo (Triturus pygmaeus), que sólo existe en la parte suroccidental de la península ibérica.


Este tritón lo podemos encontrar en la laguna de Casines y es un animal espectacular, sobre todo en época de reproducción. Desgraciadamente hace 5 años la población era abundante, pero hace 2 o 3 años se introdujo allí el cangrejo rojo americano, y si no se hace nada, desparecerá de Casines y con ello de la localidad.

Por alguna razón, se me vino a la cabeza algo que fue muy popular en una época y que si tenéis cierta edad recordaréis: "Los fabulosos monos marinos". "Disfrute en su propia casa de esta maravilla viviente [...] Nuevo milagro de la ciencia [...] Sólo añada agua y vea como nacen y crecen ante sus ojos [...] Podrá domesticarlos [...] Quedará maravillado por la inteligencia de sus monos de mar".

Pues entre la publicidad más engañosa que pueda imaginarse (gafas de rayos X, filtros para ver en color la tele en blanco y negro,...), que yo leía en la revista "Teleprogramas" de mi abuela (su único lujo en la vida junto a su pequeña TV) allí estaba la de los monos de mar, representados con figuras medio humanas, sonrientes y nadando en las proximidades de un castillo. Estaba claro que aquellas imágenes no podían tener nada que ver con la realidad.

Debo reconocer que "oficialmente" yo decía que no comprendía como había gente que podía dejarse engañar con tales estafas, pero en mi fuero interno crecía la frustración de no tener nadando cerca de mí esa monería de animales que no sabía exactamente qué eran. ¿Cómo pedir dinero para dejarme timar? Supongo que no era el único que se quedó con ganas de tener esos animalitos ¿verdad?.

Muchos años después el enigma de aquellos bichos se desvaneció cuando supe que no eran más que artemia salina, un crustáceo parecido a pequeños camarones, muy frecuentes en nuestras zonas húmedas más abundantes, las salinas, y con él que yo había trabajado bastante.

Aquello me supuso una gran decepción. Esperaba algún tipo de animal más exótico y me costaba aceptar la realidad. Un día supe que a veces, raras veces, en lugar de comercializar la artemia, los monos marinos eran otro animal, que esta vez sí que superó todas mis expectativas, el triops. Tal vez esta información fuera errónea, pero me daba igual, los triops serían en adelante para mí los verdaderos monos marinos.

Desde entonces han pasado bastantes años y aún sabiendo que los podría encontrar en las zonas húmedas de la Bahía de Cádiz, no había conseguido verlos en la naturaleza hasta justamente ayer, cuando finalizábamos nuestra búsqueda infructuosa de anfibios.

Este animal tiene bastante de excepcional ya que no ha variado aparentemente nada en los últimos 220 millones de años. De hecho, cuando algunas personas los ven en documentales, piensan que son una recreación de animales ya desaparecidos. Convivió con los trilobites y se considera que es el animal más primitivo que continúa viviendo en la La Tierra. Un auténtico fósil viviente.

Llegan a medir unos 10 cm y su ciclo de vida es corto, ya que sólo viven unos 3 meses. Los encontramos en las charcas de agua dulce y comen de todo un poco, desde plancton vegetal hasta pequeños renacuajos. Si han sobrevivido tantos años sin apenas modificaciones es porque sus huevos tienen una gran capacidad para soportar la sequía y las hembras no necesitan machos que las fecunden. Pueden resistir años esperando que llueva. Además cuentan con un gran aliado, las aves, que en el barro adherido a sus patas, transportan los huevos en sus rutas migratorias.

Si queréis verlos pues tendréis que acudir a zonas de charcas antes de que desaparezcan y ser bastante observadores. Son realmente curiosos y sin duda uno de los tesoros mejor guardados de nuestras zonas húmedas. Si no os animáis a dar una vuelta pues aquí os dejo este vídeo para que disfrutéis con su observación.