domingo, 3 de octubre de 2010

EL BAMBÚ JAPONÉS


"Para tener bambú, siembras la semilla, la abonas, y te esfuerzas para regarla cada tercer día. Durante los primeros meses no sucede nada notable. Los meses de tu esfuerzo se vuelven años y aún no sucede nada apreciable. De hecho, no verás nada durante siete años. Una persona ignorante estaría convencida de no poder cultivar el bambú.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas, la planta de bambú brota de la tierra y crece ¡más de 30 metros!
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Un ignorante viendo el bambú brotar y crecer podría pensar que le llevó sólo seis semanas. Pero la verdad es que toma siete años y seis semanas. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, el bambú genera un complejo sistema de raíces que le permitirá sostener el crecimiento que tendrá al fin de esos siete años".


En la vida cotidiana el ser humano trata de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados. No entiende que el éxito es, simplemente, resultado del crecimiento interno, lo que es un proceso lento que requiere tiempo y esfuerzo constante.

Por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, con frecuencia abandonan sus metas justo cuando están a punto de lograrlas. No entienden que uno de los Secretos del Éxito es la Persistencia al Propósito. También lo es la Paciencia. En muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que parece que nada está sucediendo, ésto puede ser extremadamente frustrante.

En tales momentos, es de sabios recordar el bambú. Mientras no abandonemos nuestro desarrollo y nuestras metas por no ver los resultados que esperamos, debemos recordar que algo siempre está sucediendo dentro de nuestro SER. Estamos creciendo, madurando y preparándonos.

Si no consigues lo que anhelas, no desesperes…
quizá sólo estés echando raíces…

i

2 comentarios:

Julio dijo...

Seguiré haciéndolo, no desesperaré.

Anónimo dijo...

Lamentablemente también tenemos un ejemplo más cercano de aprendizaje a través de la observación de la naturaleza. Me explico.
Casi todas las palmeras canarias de Puerto Real son bastante veteranas (las de mi entorno rondan la centena de años). Gracias al ladrillo, la poca previsión en materia medio-ambiental, la globalización y la ignorancia, un escarabajo de otras latitudes las ha agujereado y sus larvas tiene "caput" a media población del mediterráneo y el atlántico español. Un ignorante pensará que en un momento determinado la palmera palmó súbitamente cuando ve que el cogollo superior de palmas se cae, aunque en verdad ya ha sido afectada desde hace tiempo y está lista. Hay que estar alerta porque para cada bambú, existe un picudo rojo, haciendo su trabajo en el sentido inverso.
Evidentemente, no es una cuestión de perseverancia "per se", si no de conocimiento, de lucha contra la ignorancia. Es lo que hace que se riegue las raíces del bambú por años, y lo que debiera haber hecho que se tomara en serio la plaga de este puñetero gorgojo.

Sergio.