Niños explosivos

Hola muchachos y muchachas !

Respondo aquí a una cuestion de Eva sobre el alumnado con problemas de conducta y fracaso escolar en Secundaria en Francia, por si os interesa a alguno más.

Aunque nosotros estamos aquí sólo para asistir a un curso de francés, aprovecho, entre otras cosas, para asisitir a colegios e institutos (es muy facil porque todo el mundo es muy amable) y en esta ocasión para poder responder, he hablado con una directora adjunta, una orientadora (pedagoga) y profesores.

Cuando un alumno comete una falta, pasa practicamente lo mismo que en España, porque nuestro sistema esta basado en el francés, es decir expulsiones de 3, 8 o hasta 30 días, con trabajo para casa. En el caso de que el alumno no tenga padres «responsables » o que no esten en casa por motivos de trabajo, los alumnos permanecen en el centro escolar, siempre que la expulsión sea de pocos días, bajo la supervision de los vigilantes (existen en todos los colegios en Francia y, por ejemplo, acompañan en las excursiones). Normalmente estos alumnos, se quedan en un cuarto al lado de la dirección (director y director adjunto), que también los controla directamente y que estan volcados en los temas de disciplina, directamente con los alumnos y con sus padres (los directores no dan clase como profesores, son un cuerpo aparte). Como medida correctora, los alumnos pueden permancer dos horas más en el centro, una vez finalizada la jornada escolar (es decir a partir de las 5 de la tarde), pero siempre bajo la supervisión de los vigilantes y haciendo un trabajo determinado por los profesores.

Todo esto lo controla basicamente la « Comisión de disciplina », aunque el director puede expulsar, preventivamente, durante varios días como en Andalucía (por ejemplo ayer un alumno lanzo unas tijeras cerradas en dirección al profesor y fue inmediatamente expulsado a su casa).

Al igual que en España hay « intercambios » de alumnos, pero es raro y no se suele dar el caso que sea enviado a otro centro mas de un alumno al año por instituto. No se lo que hara La Salle, que esta justo al lado de mi casa, aqui en Saint-Étienne.

Cuando un alumno reincide en conductas poco adecuadas es el orientador del centro « el consejero de orientación » el que actúa a petición del tutor (« el principal »), osea igual que en España. El orientador estudia el caso profundamente y lo puede derivar a una especie de superorientadores a nivel de la localidad. En ese momento intervienen los asistentes sociales (hay dos por centro y acuden dos días a la semana, dos horas cada vez). También puede intervenir un médico (sólo acude dos veces al mes, una hora cada vez). Voluntariamente, los alumnos que lo deseen o sus padres pueden contactar con el médico, que viene a ser como el que nosotros hemos tenido por el Forma Joven.

El proceso que comienza se denomina « dispositivo relé », y en el intervienen la comision de disciplina, directores, profesores y el personal exterior al centro implicado. Este dispositivo se encarga decidir lo que se ha de hacer con el alumno y inicia un seguimiento meticuloso. (Llevaré un modelo de dispositivo relé y de las fichas que hay que rellenar).

Dependiendo del problema, al alumno correspondiente se le hacen análisis psicológicos y/o psiquiátricos en el hospital. Al parecer muchos alumnos presentan dislexia, otra cosa parecida (he olvidado el nombre) y otros pequeños problemas, que pasan a menudo desapercibidos, pero que hacen al alumno problemático, por lo que se estudia al maximo cada caso.

Si se estima que el problema es la familia, puede separse al alumno de la familia y quedar internado en el hospital el tiempo que se estime necesario, asistiendo a clase un numero de horas que ira aumentando progresivamente , hasta llegar a la integración plena (lo que no sucede en todos los casos). En el hospital hay un profesor que se encarga de las clases de estos alumnos.

Cuando el problema no es la familia, ésta debe dar el visto bueno para que el alumno sea tratado y de igual manera puede quedar internado en el hospital el tiempo necesario.

Durante el « tratamiento » hay un servicio de una especie de trabajadores sociales, que al igual que los asistentes sociales, y con todo lo relacionado con el hospital, dependen directamente del gobierno nacional (no de las regiones). Estos « trabajadores sociales » se agrupan en diferentes asociaciones (varia en cada localidad) y son basicamente educadores. Su misión específica es controlar sistemáticamente el comportamiento del alumno y determinan si el tratamiento es el adecuado y los progresos, a veces van al centro educativo y otras veces es el alumno el que va a sus locales. Estos trabajadores elaboran fichas de seguimiento para tutores y directores, entre otros.

Alumnos con comportamientos verdaderamente anormales no hay muchos, unos 4 o 5 en los centros de Saint-Étienne (unos 600-700 alumnos por Centro) y se suele presentar más o menos uno por año. Por ejemplo, por hablar de un centro al que conozco más o menos bien, y cuyo alumnado es más o menos como el nuestro de la Jarcia (los alumnos en Saint Etienne son más o menos del mismo tipo que los españoles), los alumnos que presentan graves problemas de conducta actualmente son por los siguientes motivos: uno por haber sido violado de pequeño por un miembro de su familia, otro por haber sufrido durante su infancia fuertes palizas de los padres o una niña que fue violada por un grupo chicos. Este es el tipo de alumno que reside en el hospital, bajo un control más o menos continuo.

Para que el dispositivo relé se ponga en marcha, no hace falta que el alumno tenga un problema grave o que sea un delincuente: Nuestros alumnos problemáticos entrarían en el programa relé.

Aquí, se asume que los tutores tienen poco tiempo para su labor y tienen menos responsabilidad que en Andalucía: Por contra, los directores asumen más responsabilidades en los temas relacionados con la disciplina.

Hay que decir que los padres suelen confiar en los docentes y que en absoluto se perciben como enemigos de los docentes, a los que por el contrario, respetan. Además los padres de los alumnos « normales » protestan cuando estiman que algún alumno perturba la clase (al igual que cuando un profesor trata con poco respeto al alumnado o intenta manipularlo, lo que al parecer no ocurre apenas).

En general los tratamientos suelen ir dirigidos a hacer que los alumnos ganen confianza en si mismo y se sientan útiles, dejando de querer erigirse en los protagonistas.

A pesar de que el « dispositivo », funciona bien, no es la panacea y aqui existen otros problemas. Para que os hagais una idea, hay centros en los que no se puede hablar del Holocausto, porque de inmediato los alumnos se ponen en huelga y se muestran agresivos. Podeis imaginaros el tipo de alumnado que existe en esos Centros.

Para los alumnos que tienen retraso escolar y muestran mal comportamiento, es el « profesor de integración » el que se encarga también de ellos, durante el horario escolar, y con un número de alumnos por clase de unos 7.

También existe lo que para nosotros es la diversificación (para alumnos sin problemas de comportamiento), pero con más flexibilidad. Por ejemplo, puede ser simplemente para aprender francés, porque el idioma maternal del alumno sea otro.

También puede haber otros profesores que se encarguen de recuperar a los alumnos, tanto en horario escolar como extraescolar, tengan o no problemas de comportamiento.

Aqui en Francia hay muchas asociaciones y hay profesores que voluntariamente dan clases a alumnos con dificultades para salir adelante.

Lo que os he hablado de la integración, la diversificación y los profesores de recuperación, cambia de unos centros a otros, aunque los mecanismos son similares y dependen de la problemática particular de cada centro.

Para Primaria, hay centros especiales para alumnos con dificultades de comportamiento, aunque es un poco complicado explicar como funciona esto, ya que son asociaciones las que los gestionan directamente y no las autoridades educativas. Pero lo importante es que estos alumnos no han sido abandonados en un centro con la idea de que de manera espontánea se van a integrar. En algunos casos, este tipo de alumnos puede continuar con sus estudios en Secundaria.

Respecto a la « mediación », normalmente aquí son los padres los que la realizan, siempre de manera voluntaria y sin suplantar a ningún órgano, simplemente intentan, mediar en los problemas. Suelen ser padres o madres con mucha decisión y que hablan de manera muy franca con el alumnado.

La « mediacion escolar » en el sentido que se entiende en España sólo existe en centros verdaderamente problemáticos, nada que ver con La Jarcia. En realidad tampoco es muy necesario, ya que esa labor la realizan los delegados. Cada año, durante aproximadamente una semana en horario escolar, los delegados reciben un curso de formación, en el que aprenden, entre otras cosas a mediar cuando aparecen problemas. Al igual que en La Jarcia, no siempre se eligen como delegados a las personas más pertinentes.

Aparte de todo esto, para los padres existe, a nivel local, una escuela de padres y educadores, totalmente gratuita en donde se ofrece a los padres toda la información y asesoramiento que necesiten (de comportamiento, de rendimiento escolar, de ayudas familiares, de búsqueda de guarderías, de educación sexual,...). Incluso pueden mediar entre padres y alumnos, sin que intervenga por tanto el establecimiento educativo.

También existe un servicio similar para los adolescentes (punto de acogida y escucha a los jovenes), en el que anonimamente pueden solicitar gratuitamente servicios de todo tipo (de escucha, de apoyo, de acompañamiento, etc.). Los alumnos pueden ir sólos o con sus padres.

En realidad las Escuelas de padres y los puntos de escuchas para los jovenes están gestionados por el mismo equipo de educadores.


En fin, no se si he aclarado algo, pero esto es lo que os puedo contar,

Un abrazo a todos,

Alfredo